martes, 2 de junio de 2009

REALMENTE PERDI EL CONTROL

Hace mucho no me sentaba frente al pc a escribir, perdí la costumbre. Es hora de contarles mi aventura. El año pasado si perdí el control, hable con mis viejos y les dije que quería irme a estas cosas de Work And Travel. Sin pensarlo me dijeron que fuera que no había problema. Pensamos las cosas de la plata, pero mi mamá siempre dice "para todo hay solució" y como es bruja no se de donde hizo aparecer el dinero que necesitaba para el viaje. Tomé mis maletas y me fuí a Estados Unidos, obviamente no sola... sino que con el trio de yeguos más que forman THE YEGÜOS CREW... llegamos a seattle... carreteamos toda una semana entera... puedo decir que me tomé una semana de vacaciones en la GREEN TORTOISE. Despues vino lo mejor, embarcarnos... porque como la señorita quería reunir dinero, no encontró nada mejor que irse a trabajar a ALASKA para así no tener que pagar ni en hospedaje ni en comida... los primero días de navegación fueron demasiado entretenidos, ver a la gente mareada con el vaivén del barco, a mis amigos blancos como el papel, recogiendo los platos que caían al suelo gracias al sutil movimiento que nos regalaban las olas... no me mareé.. por suerte... lo pase realmente genial... pero comenzó el trabajo... a la hora me quería volver.. estaba aburridisima, y para que contar lo que sentía al décimo día de trabajo consecutivo... pensé que trabajar dieciséis horas diarias no sería tanta tortura como la que nos pintaban... realmente al décimo día ya no quería mas guerra... después vino lo peor.. no había trabajo... mil cosas pasaban por la cabeza de todos, pensamos en estafa, en miles de cosas.. pero todo mejora señores. Pasó lo peor.. la espera por el trabajo y saber que si no trabajabamos no tendríamos el dinero para devolver todo lo que se nos había prestado para cancelar el viaje. Pero lo logramos...
Conocí demasiada gente, gente de todos lugares del mundo, compartí con personas de países que jamás compartiría y me enfrenté a una realidad de la que creía estar ajena. Pasé cosas duras dentro de ese barco. Pero la experiencia es lo mejor de todo, conocí a la gente más bonita que puede existir en el mundo, hice amistad con personas que jamás en mi país podría haber conocido.
Y pasó lo que jamás esperé que sucediera.. conocí a esa persona que me arraigó aún más al barco. Como soy de esas personas tontas que hay pocas en el mundo y fui la única que no decidió extender su contrato dos semanas más de lo que estipulaba, asi que estuve dos semanas menos con él... antes de irme me dije a mi misma "daniela, no estarás con nadie allá, no puedes caer en tentanción" pero sinceramente... sucumbí.. y con uno de los estereotipos de persona que jamás pensé sucumbiría... Un joven africano, si, negrito. Hassan Olow... me cautivó su sonrisa, su forma de hablar, su actitud, tu personalidad, sus ojos.. su piel, su todo... jamás nadie me ha oido decir estas palabras... creo no pueden imaginarse lo mucho que lo extraño. No solamente por el tiempo que pasaba con él, sino porque al trabajar en el mismo turno y cerca el uno del otro, a cada momento podía verlo, mirarlo sonreir y alivianar mi día. No fue fácil, no fue fácil aceptar que de un día para otro no podría siquiera oír su voz a lo lejos, ni ver sus ojos preocupados cuando algo sucedía, o simplemente verle sonreír bromeando con otro.
Cada vez que camino por calles atestadas de gente me imagino de la mano con él, comentandole algun incidente del día, me imagino la cara de la gente al vernos caminar juntos, porque hay que decirlo, ver a una colorina de la mano de un africano no es cosa de todos los días. Pero fui feliz, no quiero decir mientras duró, porque la verdad es que aún soy una niña ingenua que piensa que todo puede continuar a la distancia, tonteras de cabra chica... pero prefiero sentirme aún querida, que pensar que ni un perro me ladra... o no?

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